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En este libro se genera una especie de diálogo entre el que pregunta y el que responde. El que pregunta no se cansa de preguntar y busca escudri¤ar algunos puntos precisos, a veces, hasta con maneras y cuestionamientos muy comprometedores. Definitivamente, el que pregunta y el que responde es el mismo autor. Pero, las propiedades de las preguntas como de las respuestas adquieren un no sé qué de cada uno del que lo va a ir leyendo. Al punto, que se va a sentir identificado, ya con uno o con otro, y hallará una personificación o proyección suya con cada pregunta y respuesta, unas más, otras menos, pero que le harán la construcción de todo el libro, como también suyo y como si fuese, en cierta manera su autor. El tema es la oración. Pero, trata, primero, sobre el hecho de las religiones como fenómeno humano o como un procesado del ser humano. Hará todos los planteamientos posibles sobre el hecho de la religión y su experiencia, como también de la fe y su experiencia.

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