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Un Dios desde los márgenes sociales nunca podrá ser un Dios marginal. Es decir, un Dios irrelevante, inauténtico, o lo que es lo mismo, vacío de sí mimo y carente de entra¤as de misericordia. De ahí que nuestro ensayo viene a mostrar un rostro de Dios inserto en los diferentes rostros y ambientes que conforman la marginación. Y, de una manera significativa, queremos poner de relieve la presencia de Dios en el mundo de la prisión, verdadero ejemplo y signo del fracaso humano. Los contenidos teológicos harán referencia a la noción de una Trinidad solidaria, percibiendo al misterio trinitario como una dinámica de gracia humanizadora, y a la misma Trinidad como fundamento absoluto de la libertad. Tendremos muy presente el concepto de un Dios libre y liberador como principio de solidaridad activa para con los más peque¤os, un Dios sufriente con los sufrientes en prisión. Entendemos que este ensayo se¤alará el camino a otras reflexiones y desarrollos teológicos que partan de la realidad social más extrema, es decir, de los ambientes de marginalidad social. De ahí su oportunidad y necesidad. Lo demás será obra del Dios de la vida y de la libertad

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Profesor de Universidad (Espa¤a). Doctor en Sociología y Licenciado en Teología. Es autor de libros y artículos que siguen líneas de investigación que van desde la sociología religiosa a la teología pastoral aplicadas a la realidad de la exclusión social y de la prisión. Ponente en congresos nacionales e internacionales.

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