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Durante mucho tiempo he tenido la oportunidad de tratar con muchos ministros de Dios y asistir a varias congregaciones, he percibido algo en común en muchos pastores, que es saber sufrir en silencio. Ser pastor es un trabajo muy fatigoso y comprometido, a la vez muy exigente consigo mismo, y con los demás. Y lo que es cierto entre tantas cosas que pasan en las congregaciones, es que pocas veces se tienen en cuenta los sentimientos y emociones del pastor. Muchos pastores han muerto con dolores en sus corazones por no haber solucionado ciertos problemas de sus iglesias o de los hermanos, pero también muchos pastores sufren en silencio por culpa de ciertos comportamientos de algunos miembros e igualmente de algunas circunstancias negativas para la iglesia. El ministerio pastoral es uno de los ministerios más complejos. Realmente muchos no han entendido su dureza y sacrificio. Algunos piensan que el pastor no llora, que el pastor debe mantener siempre una sonrisa delante de los hermanos, que el pastor debe tener siempre una palabra de ánimo y consuelo para otros, pero ¨quién se ocupa del pastor?

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El Pastor Pedro Domingos Matondo Lleva en Espa¤a 28 a¤os, después de dejar su país Angola, lleva en el Se¤or 37 a¤os, trabajo en evangelización en su tierra y comenzó su ministerio pastoral en Espa¤a en el 2001 en la iglesia de la Alianza Cristiana y Misionera de Espa¤a en la ciudad de Zaragoza, está casado y tiene tres hijos.

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