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La convivencia entre los semejantes dentro de lo cósmico en la que coexiste, podría desplegar sus actividades, y a partir de este momento, colocar de manifiesto sus deseos, querencias, gustos, aptitudes, preferencias, aficiones, y sue¤os que con la sutil experiencia de cada ser, se va siendo necesario y útil que se le tome en cuenta para favorecer con el conocimiento pluridisciplinario la convivencia que el entorno solicita, a fin de manifestar calidad de vida y bienestar social del territorio visible en materialidad e invisible en lo inmaterial. La diversidad cultural influye enormemente en la percepción, hasta tal extremo que los juicios sobre el entorno tienen propósitos comunes, pero lo que nos hace ser seres únicos, es la actitud hacia el mismo, que cambia en gran medida por el dominio sobre la naturaleza que se incrementa en el afecto y el amor que se le tiene a la percepción. De esta forma se considera necesario, revitalizar los aspectos como la calidad e intensidad de la experiencia humana en distintos entornos físicos y en condiciones diferentes, donde se alberga el sujeto-sentimiento y el sujeto cuerpo, que de diversas formas intensifica las emociones.

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Heidi Contreras es venezolana, bachiller en Ciencias, 1993, Venezuela. Arquitecto (Arq), 1999 (Universidad de Los Andes, Venezuela). Magíster (MSc) en Desarrollo Urbano Local, mención Dise¤o Urbano , 2004 (Universidad de Los Andes, Venezuela). Doctorado (Dr) en Urbanismo, 2013 (Universidad Central de Venezuela).

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